Cuencos, Diapasones, Nuestros tiempos, Sin categoría, Sonido, Terapia Rife, Uncategorized, Vibraciones
Nuestros guardianes internos.
En ocasiones podemos encontrar la expresión “las glándulas endocrinas se consideran nuestros guardianes internos”. Ellas coordinan nuestra vida orgánica, sincronizándonos con los ciclos cósmicos y naturales de los que formamos parte, no debemos olvidar que formamos parte de un todo. Dichas glándulas regulan las funciones vitales del cuerpo físico, a través de las sustancias que producen, conocidas como hormonas. Afortunadamente su funcionamiento no está condicionado con nuestra voluntad y son las que proporcionan el equilibrio entre nuestra consciencia interior y nuestra mente. Sin embargo su funcionamiento puede ser afectado por nuestros estados emocionales, ya sean armoniosos o no y traer por resultado un desequilibrio hormonal, que se manifestará como enfermedad.
La psique es un conjunto de capacidades que el ser humano tiene, que pueden ser conscientes, o inconscientes, que puede llegar incluso a bloquear la unión entre nuestro ser y la esencia cósmica que nos proporciona vida. En el tema que nos ocupa, se debe tener presente que todos los ciclos o funciones de nuestro cuerpo están controlados por una gran inteligencia que utiliza las secreciones hormonales, producidas por las glándulas, para un proceso constante de renovación, es aquí donde podemos mencionar la fuerza vital, que proporciona vida a nuestro cuerpo.
Todo está regido por ciclos, y no solamente nos referimos al cuerpo humano, es todo lo que existe en el universo, pero debemos darnos cuenta que para mantener dichos ciclos en equilibrio, tiene que ser a través de una consciencia superior al hombre, para que pueda manejar adecuadamente la complejidad de todo lo que existe, ej. Ciclos planetarios, lunares, solares, anuales, menstruales, diarios, etc. En el caso del hombre aunque no podemos cambiar por simple voluntad los ciclos de la funciones de nuestras glándulas, si podemos dañarlas a través de actitudes emocionales y mentales inapropiadas. Las glándulas son instrumentos que transforman las altas frecuencias de energía cósmica del ser, a otras de más baja graduación, correspondientes a la parte física del ser.
Estamos compuestos por energía y consciencia, y través de la misma se crea la materia y el intelecto. Nuestros pensamientos y emociones condicionan el nivel de equilibrio que puedan tener por regla general nuestras glándulas. El sistema nervioso autónomo está muy relacionado con el sistema endocrino y son muchos los estudios que se han realizado a través de los años, sobre este tema.
Si fuésemos a hablar de una forma científica diríamos que cuando nos sentimos expuestos a un peligro, el cerebro le envía al sistema nervioso autónomo una seña para que al unísono con el sistema endocrino, entren en metabolismo catabólico, y obtener el máximo de energía y defenderse o huir. Así pensaba originalmente el hombre primitivo, donde los peligros a los que se enfrentaban en el día a día, eran totalmente diferentes a los de nuestra sociedad moderna. Nuestra mente aprende de los traumas pasados, “herencias” y el inconsciente se encarga de que no se borren, lo que hace que por regla general siempre estemos imaginando peligros nuevos. De ahí la importancia de practicar modalidades que nos calmen y armonicen tales como meditación, terapia de sonidos, yoga, respiración consciente, etc., ya que de esa forma el cerebro envía señales de calma, he influye sobre las glándulas, para que funciones adecuadamente.